Como el mundo es redondo, se aconseja
no situarse a la izquierda de la izquierda,
pues, por esa pendiente, el distraído
suele quedar de pronto a
Se
en estos tiempos de confusa urgencia,
que el que quiere cambiar la flor de mano
debe ejercer la ciencia y
Pero
ni a palos con el águila agorera,
tampoco en conversadas salamancas
de sexo y saxo y de pilosa niebla.
Esas raras maneras del hartazgo
suelen ser distracciones pasajeras,
síntoma tipo de que el ocio endémico
sustituye la historia por
Hay
Escoger entre el viento o la veleta.
Armando Tejada Gómez